El Sínodo esperado
La Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región Pan-Amazónica se celebrará en Roma en octubre de 2019, que será también el Mes Misionero Extraordinario
Hace un tiempo la Iglesia que está en la Pan-Amazonia esperaba el anuncio del Papa Francisco convocando al Sínodo Pan-Amazónico que lo hizo el 15 de octubre de 2017.
La convocatoria
«Atendiendo el deseo de algunas Conferencias Episcopales de América Latina, así como escuchando la voz de muchos pastores y fieles de varias partes del mundo, decidí convocar una Asamblea especial del Sínodo de los Obispos para la región Pan-Amazónica. El Sínodo será en Roma, en octubre de 2019.
Objetivo del Sínodo
El objetivo principal de esta convocatoria es identificar nuevos caminos para la evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, a menudo olvidados y sin perspectivas de un futuro sereno, también por causa de la crisis de la selva amazónica, pulmón de capital importancia para nuestro Planeta.
Que los nuevos santos intercedan por este acontecimiento eclesial para que, en respeto de la belleza de la creación, todos los pueblos de la tierra alaben a Dios, Señor del universo, y por Él iluminados, recorran caminos de justicia y de paz», dijo el Papa Francisco.
El Papa quiere escucharnos
El cardenal Claudio Hummes, Presidente de la Comisión Episcopal para la Amazonia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB) y de la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM), afirma que la llamada al Sínodo es motivo de mucha alegría. «Estaba esperando esa convocatoria. De hecho, esperábamos que el Papa quisiera oír a las Iglesias de la Pan-Amazonía, y la mejor forma es por un Sínodo. Ahora estamos ante el desafío de prepararlo».
La participación de todos
El cardenal Claudio recuerda que a inicios de 2018 deberán llegar los cuestionarios para la preparación del Sínodo. «Y el Papa quiere la participación de todos y nos pide propuestas valientes. Está ahí un momento importante que todos podremos participar».
Laicos y laicos con palabra propia
«El Sínodo para la Pan-Amazonia no será sólo un evento en octubre de 2019 que se realizará en Roma. Habrá toda una programación en la que el pueblo, los obispos serán oídos», recuerda don Erwin Krautler, presidente de Repam-Brasil. Mons. Erwin resalta que las laicas y laicos deben ser oídos, ellos tienen derecho a manifestarse acerca de la Amazonia.
Tres objetivos del Sínodo
«El Papa habló de tres objetivos para este Sínodo: El primero, nuevos caminos para la evangelización, y si no oímos a las laicas y laicos, en qué va a quedarse? Las laicas y laicos tienen un trabajo intenso en la Iglesia, no podemos imaginar a la Iglesia sin el compromiso que ellos asumen. Segundo, es el enfoque específico de los pueblos indígenas, ahí estamos muy al principio, tenemos que avanzar y mucho. ¿Qué tipo de evangelización queremos? ¿Cómo incluir a los pueblos indígenas? No podemos llegar de arriba abajo. Los pueblos indígenas son protagonistas de su propia historia. Y tercero, la Amazonia como un todo, su valor, su vocación, su misión de reglamentar el clima planetario».
Los pueblos amazónicos en la mirada
La convocatoria para el Sínodo Pan-Amazónico lanza una mirada – que ya viene insistiendo el Papa Francisco desde la Carta Encíclica Laudato SÌ – sobre la realidad de este suelo tan importante para el mundo, la Pan-Amazonia. Son tantos pueblos, tantas riquezas, pero violados, explotados y degradados.
Pensar en un Sínodo para la Pan-Amazonía es pensar en los pueblos y naciones que viven en los nueve países que tienen en su territorio el bioma amazónico: Brasil tiene el 67%, Perú: 13%, Bolivia: 11%, Colombia: 6%, Ecuador: 2%, Venezuela: 1%. Surinam, Guyana y Guyana Francesa suman 0,15%.
Pensar en un Sínodo Pan-Amazónico es mirar hacia América del Sur donde habitan
2.779.478 indígenas pertenecientes a 390 pueblos originarios y cerca de 137
personas «aisladas» (no contactados). Son personas que hablan 240
lenguas diferentes, pertenecientes a 49 ramas lingüísticas, las más relevantes
desde el punto de vista histórico y cultural. Sin embargo, hay que recordar las
comunidades ribereñas, los pueblos del bosque, las comunidades tradicionales,
también las poblaciones urbanas,
Evangelización a partir de la propia cultura
El Sínodo tendrá presente la evangelización en la Pan-Amazonía y es preciso, más que nunca, pensar la evangelización a partir de la cultura de esos pueblos que tienen un modo de relacionarse con lo Sagrado, tiene su espiritualidad, que viven una fe, se relacionan con el «Dios Omnipotente, presente en todo el universo y en la más pequeñita de las criaturas, y que envuelve con ternura todo lo que existe», (Laudato Sì, Nº 246). Estos pueblos viven una espiritualidad y una cultura ecológica, viven una alianza entre humano y ambiente. Es necesario hablar de interculturalidad.
Fuente: Pontificias Obras Misioneras-Brasil (POM)
14 diciembre 2017
“El conjunto de la Iglesia no tiene rostro amazónico»
Entrevista a Paulo Suess para Vida Nueva
P.- ¿Cómo se da, actualmente, la participación de los pueblos indígenas en los procesos de evangelización en la Pan-amazonía?
R.- El conjunto de la Iglesia no tiene un rostro amazónico, ni sus sacerdotes, ni sus misioneros, ni sus doctrinas, ni cuando ocasionalmente acontecen sus celebraciones eucarísticas.
P.- Desde el punto de vista pastoral, ¿qué se necesita para garantizar la misión evangelizadora y profética de la Iglesia en la Pan-amazonía ante la escasez de vocaciones sacerdotales y misioneras?
R.- El Documento de Aparecida ofrece la palabra clave de la “conversión pastoral” (DA 366; 368). La conversión que exige abandonar la ‘pastoral de mera conservación’ y ser “osados y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las respectivas comunidades” (EG 33).
Después de la conversión es preciso una nueva articulación entre evangelización e inculturación. Anunciar un Evangelio no inculturado significaría anunciar la salvación sin encarnación.
El tercer paso, que se espera del Sínodo, será la transformación de las estructuras que deben tener en cuenta las grandes distancias de la Amazonía y de las comunidades insertas en ella, la gran diversidad de la región y que no tienen eucaristía dominical. ¿Por qué hay esta carencia eucarística en la Amazonía? Porque no hay suficientes presbíteros para estar presentes en las comunidades. Los criterios para escoger a los presbíteros no están adaptados para la Amazonía. En vez de dejar a las comunidades sin Eucaristía, necesitamos cambiar los criterios para los ministros autorizados para celebrar la Eucaristía. Ahora es el momento de encaminar un ministerio presbiterial para la Amazonía, o desde la Amazonía para el mundo.
30 de noviembre 2017
SINODO PARA AMAZONÍA – N 1 – Enero 2018° – P. Juan de la Cruz R